lunes, 24 de marzo de 2008

LA DOLCE DIANA

Fragmento


...Aún ingresa en mi memoria su sutil belleza en el primer día de clases, la lozanía de su piel y su rostro irónico propio de su juventud, además de la ternura de su mirada. Al salir del bar para dirigirme a mi hogar, reflexioné mucho, encontraba por fin la diferencia de su belleza antes de su viaje a Italia y el de su regreso. Exteriormente ambas eran bellas, pero la segunda ya había perdido esa inigualable hermosura: su sencillez y seriedad.
Por fin descubrí el verdadero concepto de belleza, la que nunca se desvanece, sin embargo tiende a modificarse, ya sea para bien o para mal; esa belleza que cautivó inconscientemente a todos, la belleza de nuestra dolce Diana.
De Novísimas narraciones.

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