domingo, 13 de abril de 2008

HOMENAJE A CÉSAR VALLEJO

LOS DADOS ETERNOS
Para Manuel Gonzales Prada,
esta emoción bravía y selecta,
una de las que,
con más entusiasmo,
me ha aplaudido el gran maestro.

Dios mío, estoy llorando el sér que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
Dios míos, y esta noche sorda,
obscura,ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

2 comentarios:

☻•Judith•☻ dijo...

Bello poema de un grande: Vallejo vive dentro de sus poemas...es el mejor.

Sol dijo...

Qué fuertes esas palabras: 'estoy llorando al ser que vivo' Es un genio realmente.

Saludos.