Recuerdo la primera vez que escribí un poema, era un día de mayo por la tarde, en un día normal de clases, cursaba el tercer año de primaria y mi profesora dejaba como tarea que nosostros hagamos una composición o un poema por el día de la madre. Para mí era una tarea en la que dedicaría mucho tiempo, había pedido a mi profesora información de cómo se hace un poema; qué es lo que tengo que hacer allí. Ella sonrió y amablemente se limitó a decir: "Solo escribe lo que sientes."Puedo decir, después de más de diez años, que ese fue-y es- la pauta necesaria para crear lo que llamamos poesía. Mantengo aún ese consejo y he tratado de seguirlo hasta estos días, no se me hace difícil pero no resulta nada fácil expresar sentimientos dentro de unas hojas.
Cuando terminé la tarea, lo presenté muy entusiasmado por la respuesta de mi profesora...parece que le encantó. Ayer, buscando algunas cosas por ahí me encontré con esa hoja. Leí lo que expresaba y recordé cuando se lo dediqué a la persona que más me comprende en este mundo: mi madre, y aunque digan que soy de los que padecen ese síndrome que es mamiti, ello no me importa. Feliz día a todas las madres del mundo, en especial a mi madre.
He aquí el poema de ese niño:
He aquí mi madre
que me dio cariño y comprensión,
que la tristeza me la convirtió en alegría.
El amor que me dio
es la alegría que hace latir mi corazón,
en la profundidad
de la admiración y la dicha de vivir.
Ella me enseñó la felicidad que
desprende el fuego
de mi amor
y que se dirige siempre a ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario