domingo, 22 de junio de 2008

UNA ANÉCDOTA MÁS


Quisiera enfermarme de amor,

pero por ahora sólo me enfermo de rabia. (¿Yo?)



Cabe más decir que uno de mis pasatiempos favoritos es el de caminar (aunque muchas personas digan que es vagar, yo lo llamaría interacción con la naturaleza) y es en estos paseos donde generalmente me suceden cosas extrañas, felices y desgraciadas, sin embargo nunca en mis varios años de vagancia...perdón, de caminatas, he sufrido ataques físicos (obviemos el "nunca", pero da igual)

Caminaba de lo más tranquilo cuando de inmediato se cruzó un perro y sin ladrar, me mordió la pierna; son cosas que pasan...y duelen. Aunque lo sucedido bien puede pasar como una anécdota más...y una cicatriz más pues una mordedura de esa magnitura no borra fácilmente.

Los días siguientes fueron constantes visitas a la clínica donde recibo control antirrábico, y me sirvió de algo pues no tenía mucha información de este tipo de infección viral. Lo que sí sabía es que la herida podría infectarse (razón por la cual fui a la clínica) y entablé una amable conversación con los médicos quienes me interrogaban por lo sucedido (no sé por qué) y me hacían sentir como si yo fuera el culpable y por último tuve que abogar por el animal (osea, el perro)/ no sé por qué en momentos en los que me sucede algo que debe ser molestoso, actúo con alegría:

DOCTOR: ¿Cómo sucedió el accidente?
YO: [Que te importa!!!]/ "Caminaba de lo más tranquilo y...(bla,bla,bla)
DOC: ¿Conocía al animal?
YO: No tenía el gusto/[Como se llama usted?]
DOC: ¿Tenía indicios de estar rabioso?
YO: [yo estaba de buen humor] Creo que no; en sí, el perro no me atacó
DOC: ¿? entonces...{risas}...no te mordió.
YO: [¿? ah, verdad no?] Quise decir, parecía que su intención no era morderme, para mí que se sintió amenazado aunque no le hice nada..
DOC: Sí, claro.

Luego de una conversación con el doctor, procedí con la sesión de vacunas; al principio pensé que solo bastaría con una pero cuan equivocado estaba...Son siete días de inyecciones y pastillas...practicamente voy a terminar dopado de tantos medicamentos, hasta huelo a suero:


ENFERMERA: La vacuna es en el abdomen
YO: ¿Qué?...y ¿duele?
ENFERMERA: No [Sí]
YO: No sé muy bien de la rabia...¿Cuáles son sus consecuencias?
ENFERMERA: La rabia es mortal.
YO: [Bueeeno...] Mi intención no era que muera el animal pero que se va hacer.
ENFERMERA: [No, imbécil/{tácito}] Me refería a ti...te puedes morir.
YO: [Entonces no me vacune] A si?

Como proverbiano que soy (no sé que es eso) ronda por mi cabeza una frase que citaba una amiga que conozco: "Así pasa cuando sucede" y si hay algo positivo que sacar de lo acontecido es que si el perro estaba rabioso entonces desquitó su rabia...supongo que ahora estará bien y feliz.

2 comentarios:

lúa dijo...

jeje, como tú bien lo titulas...¡¡una anecdota mas!! Que sería de la vida sin estas cosas raras que nos pasan eh??? (si yo t contara...)
Venga, un saludo!

Sol dijo...

Sabes? Me encanta esa imagen!